Mi padre y mi suegro quisieron encargarse de la parrilla, todo pintaba salir bien hoy.
Leonardo fue con la niña a abrir la puerta, mi cuñado y su familia ya habían llegado y al fin estábamos todos para celebrar en familia.
Los hijos de Leandro estaban acostumbrados a meterse a la piscina, cosa que me molestaba porque Luis y Lucía se ponían muy inquietos por querer hacer lo mismo que ellos.
_ Iremos por los trajes de baño. – le dije a mi suegra y a mi madre. – Les echan un ojo a los pequeños.
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