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El punto de vista de Sofía

Me senté en el camino de entrada durante lo que parecieron horas, mis dedos golpeaban nerviosamente el volante mientras miraba la puerta principal de la casa de mis padres. Había venido hasta aquí, y ahora que realmente estaba aquí, no estaba tan seguro de poder decirles lo que estaba aquí para decirles. ¿Cómo les iba a decir? No había hablado con ellos en semanas (desde que todo había sucedido con Ian) y ya estaban preocupados por mí. Esto iba a ser mucho para ellos.

Suspiré y finalmente salí del auto, apretando mi chaqueta mientras subía las escaleras. Mi barriga aún no era enorme, pero empezaba a notarse. Todavía podría esconderlo debajo de ropa holgada, pero eso no duraría mucho más. Por eso tuve que hacer esto ahora, antes de que descubrieran otra manera.

La puerta principal se abrió incluso antes de que yo llamara. Mi mamá se quedó allí, su rostro se iluminó cuando me vio.

“¡Sofía!” exclamó, abrazándome. “¿Dónde has estado? Hemos estado muy preocup