Sus pequeños balbuceos me despertaron, sonreí cómo boba cuando mis ojos se abrieron y lo primero que visualice fue su carita, sus pequeñas manitos tocaban la mía que descansaba a su lado, podía asegurar que ya era de día, lo sabía gracias a la luz que se colaba por entremedio de la cortina. April despertó dos veces anoche, la primera a las dos de la mañana y luego a las cinco, comía exactamente cada tres horas.
Bostece y acaricie su cabello con las yemas de mis dedos, alguien necesitaba un cambio de pañal y su desayuno, solo era cuestión de tiempo hasta que ella comenzara a llorar con sus potentes pulmones. Bese su pequeña naricita y me incorporé despacio mientras tomaba un pañal, toalla y ropa limpia, aprovecharía que estaba tranquila para bañarla.Llene la pequeña bañera que le pedí ayer a mis hermanos y la coloqué sobre el mármol junto al espejo, deje su shampoo a mano y su jabón natural de bebé. April succionaba el chupete desde el coche viendo cada uno d