AMELIE.
—¡¿Estás loca?!, ¿quieres despertar a la cosa de la que intentamos deshacernos? — soltó el cazador rubio con furia —. Ni creas que te dejare hacerlo.
—No recuerdo haberte preguntado o haberte pedido permiso— conteste mirándolo.
Amelie, escuche a Rainer en mi cabeza, tranquila, preciosa.
—Eso suene algo riesgoso, señorita Steinfield— comentó el señor Lockwood —, Faith está muy débil y tememos que el demonio se aproveche de eso.
—Pueden llamarme Amelie, y les puedo asegurar que no pasará, el demonio no podrá apoderarse de Faith completamente.
—¿Y cómo estás tan segura de eso, chica Steinfield? — soltó nuevamente el cazador con altanería.
Juro por los Dios