Rosalin miró el brillo aterrados de los ojos verdes de Ricky. ¿Qué estaría pensando? Y más importante: ¿Cómo la encontraría la policía? ¿Cómo y cuándo volvería a ver al señor Duncan?
-Ricky. Ese es mi nombre hermosura – Dijo Ricky, relamiéndose los labios – Te diré ¿Qué? – Dijo Ricky acariciando uno de sus largos mechones de cabello – Te dejaré en libertad si tu prometes hablar con Evelin y acordar el plan para que me devuelva el dinero que me robó o si no, yo iré a esa linda casa donde vives con el imbécil del Duncan y los destriparé a todos y a ti te dejaré de última porque primero me daré un gusto contigo antes de que no me sirvas de nada. ¿Está claro? Tú y tu hermana son tan diferentes – Dijo Ricky, llevándose el mechón de cabello a la nariz.
-¿Ricky? – Lo llamó uno de los hombres que permanecían afuera –
-¡Ya voy! ¡Sólo me estoy despidiendo! ¡Adiós hermosura! – Dijo Ricky saliendo del auto y de encima de Rosalin –
Uno de los hombres la sacó de la parte de atrás de la camioneta y