capítulo 2

A la mañana siguiente la tormenta no había parado, sales para ver como esta el suelo, pero cuando intentas dar un paso te hundes en el barro. Trevol te observa desde la puerta. Empiezas a maldecir.

-Te dije que seria imposible, conozco estas tierras como la palma de mi mano

-Cariño venga no te lo tomes así, seguro que mañana esta mejor

-¿De verdad? ¿ no ves que la lluvia no deja de caer?

Se nota que estas muy cabreado.

-No hace falta que pagues tu frustración conmigo, o ¿ crees que a mi esto me gusta? Pero es lo que hay.

-Claro, si no hubieras querido bajar del coche esto no habría pasado, pero yo siempre hago todo lo que quieres.

Entro sin decir nada, no quiero seguir discutiendo, en este momento solo quiero correr sin parar y gritar con todas mis fuerzas, pero me controlo.

-Aria ven a desayunar. No se lo tengas en cuenta, los hombres son así, cuando no saben que hacer, para ellos es mejor buscar un culpable que admitir que están perdidos.

-Si él tiene razón, yo fui quien quiso bajar del coche, no estaríamos así de no ser por mi. Pero él siempre quiere complacerme en todo lo que pido por muy estúpido que sea.

-Nunca sabemos por que ocurren las cosas, no te eches la culpa de algo así.

Voy a buscarte para que vengas a desayunar algo,entras dándome con el hombro en el pecho. De mala gana coges una taza de café y te vas. Yo me quedo en la cocina, lo ultimo que necesito en este momento es una discusión contigo, no dejo de pensar en que estará pasando, si nuestros amigos habrán llamado a mi madre, estará loca de preocupación. Miro el móvil, inservible ¿ de que sirve tener un móvil si no puedo usarlo? Y yo que estaba tan contenta porque no habría cobertura y tu no recibirías llamadas del trabajo que podrían estropear el fin de semana.

-No le des vueltas ya se le pasara.

-No, estaba pensando en mi madre. No sé si mis amigos la habrán llamado al ver que no llegábamos y que no pueden contactar con nosotros. Ademas les habremos arruinado el fin de semana, porque para usar el teléfono tenían que volver a la carretera principal.

-Te entiendo, yo como madre estaría muy preocupada en su situación, pero no puedes hacer nada, es lo malo de tener una casa donde nadie te moleste, que muchas veces estas totalmente aislado. Y por tus amigos, no te preocupes, cuando vean que estáis bien no les importara lo que haya podido pasar con su fin de semana, estoy segura.

Me dirigi a Jack para intentar empezar una conversación con él.

-Jack no eres un chico muy hablador, me recuerdas a mi cuando era mas joven. ¿Te gusta vivir aquí?

-Es muy tímido, pensábamos que cuando empezara el colegio cambiaría, pero no fue así, quizá si le hubiéramos dado un hermano seria de otra manera, pero la vida quiso que fuera hijo único. Y bueno la verdad es que vivir en un lugar tan aislado tampoco es que ayude mucho, pero era lo que Trevol quería, él esta acostumbrado a esto.

-Bueno, aun eres muy joven. Puede que cambies con los años, yo lo hice. Es importante rodearte de gente que te haga sentir bien y con quien puedas ser tu mismo. Estaría muy bien si te sacaras el carnet de conducir cuando tengas edad, así tendrías mas libertad para moverte.

El chico no se molesta ni en contestar nada de lo que le digo, ni siquiera me mira mientras le hablo. Jennifer es la que responde al ver que él no lo hace.

Jack ,me parece un chico bastante raro, nunca entra en las conversaciones y se pasa el día solo,no sé si le molesta nuestra presencia. Noto como me mira, es una mirada que me pone los pelos de punta, así que intento cruzarme lo menos posible con él.

Paso otro día y seguimos en la casa, casi no me has hablado en todo el día y yo no quiero ir detrás de ti no quiero hacerte sentir aun peor, nos vamos a la cama y me das la espalda, nunca habías estado así conmigo. Me despierto y no estas a mi lado, me visto y bajo, estas en la cocina con Jennifer, estas sonriendo y eso me reconforta.

-Parece que Adam se ha levantado con apetito hoy, siéntate.

Jennifer señala la silla que esta a tu lado, me siento y acaricias mi cabeza, te miro y sonríes, como si nada hubiera pasado. Me siento aliviada, todo paso y vuelves a ser el de siempre.

Es aburrido no poder salir de la casa ni hacer nada.

Jennifer hice un estofado delicioso, eso me hacia pensar en mi madre y hacia que me sintiera mal, sin saber que estaba pasando.

-¿Qué os parece si después de la cena jugamos a algo?

-Estaría bien la verdad

-Bueno y ya puestos voy a abrir uno de mis mejores vinos para que el juego no sea tan aburrido.

-Trevol, ya estas poniendo pegas. Si aun no hemos ni decidido a que jugaremos.

Nos pasamos varias horas jugando, el tiempo pasa rápido cuando estas entretenido.

Al pasar los días Trevol parece que esta mas cómodo con nuestra presencia y hace buenas migas con Adam, pasan mucho tiempo hablando, Trevol es de estas personas que les apasiona contar historias de su juventud y Adam le escucha con atención.

Ya han pasado cinco días y hemos jugado a todos los juegos, hemos limpiado una y otra vez las mismas partes, en uno de la cajones encuentro un cuaderno en blanco, le pido permiso a Jennifer para usarlo y me da un bolígrafo, sera mi manera de distraerme, escribiré lo que nos a pasado y así lo haré hasta que nos vayamos, como un diario.

Estoy en la sala de estar concentrada, recordando todo desde que salimos de casa, cuando Jennifer entro un poco agitada.

-¿Has visto a Trevol?

-No, hoy aún no le vi.

-¿ Y a Jack?

-Tampoco. ¿ Va todo bien?

Si preciosa, es solo que no les veo desde que se levantaron y no han desayunado y me parece raro, quizá están buscando una manera de volver al estar lloviendo menos.

Unas horas mas tarde Jack entra a la casa totalmente empapado, tiene un corte en el brazo.

-!Dios mio¡ Jack, ¿estas bien?

-Si, no es nada, me resbale con el barro y me lo hice con una piedra que tenia punta.

-Pero estas sangrando mucho, deberías ponerte algo para cortar la hemorragia y limpiarlo para que no se infecte.¿ no viene Trevol contigo?

-No, nos separamos hace rato, ¿ aun no ha vuelto?

-No, ¿ sigue muy mal el camino?

-Si, esta todo lleno de barro, es imposible caminar sin hundirte y sin resbalarte como puedes comprobar.

Me contesto con un tono de rintintin y como molesto. Como si yo tuviera la culpa de lo sucedido

-Ve a decirle a tu madre que has vuelto, estaba preguntando por ti y por tu padre y que te cure la herida.

-Esta bien.

Las horas transcurrían, llego la hora de la comida y Trevol aun no había vuelto, podía notar los nervios de Jennifer, estaban por todo el ambiente. Ni siquiera sabia que decirle para tranquilizarla. Dábamos vueltas a la comida en silencio, ninguno estaba probando bocado. Yo pensaba en la herida de Jack, me resultaba algo raro, a estas alturas ya no sabia ni que pensar, quizá llevaba demasiado tiempo encerrada y estaba paranoica.

-Seguro que todo esta bien, imagino que él se conoce esto a la perfección.

-Si, pero cada vez esta mas oscuro y esta empezando a llover otra vez con mas fuerza, y ¿si se a caído y se ha hecho daño? almorejo se ha hecho algo en una pierna y no puede andar.

-Jennifer creo que debería salir a buscarlo, es lo mínimo que puedo hacer.

-De eso nada, ya es suficiente sin saber donde esta uno como para que ahora desaparezcas tu también que ni te conoces esto.

-Pero Jack podría acompañarme, él se lo conocerá. Si esta herido como piensas no aguantara una noche como la que se aproxima.

-He dicho que no, vamos a esperar un poco mas, él se a criado en un sitio así y si no puede llegar hasta casa estoy segura de que encontrara la manera de mantenerse a salvo. Ya habéis escuchado que aun no se puede caminar bien.

La verdad es que me sorprendía bastante la actitud de Jennifer. Quizá solo era una madre que intentaba cuidar de los chicos que tenia en su casa, pero si lo pienso yo habría dicho que si sin ninguna duda al ofrecimiento de Adam si estuviera horas sin saber de él, aunque también la entendía, ella confiaba plenamente en su marido y lo conocía, si dice que estará bien es que lo estará.

Todos estábamos en silencio alrededor de la chimenea, llevábamos horas sin movernos, solo mirábamos el fuego,en silencio. Estábamos esperando que la puerta de entrada se abriera, pero las horas pasaban y no sucedía. Empezaba ha hacer frio, el fuego iba menguando.

-Voy a por leña al cobertizo, dentro ya no queda y se me olvido meter antes.

-Te acompaño Jennifer

-No Aria, no voy a tardar,mejor quedate no quiero que cojas frio

Jennifer era una mujer tan fuerte,y dulce, me recordaba a alguien pero no estaba segura de a quien, siempre se preocupaba por quien tenia al rededor y prefería hacer ella todo. Ahora estaba sufriendo, pero aun así no dejaba que los demás lo notaran.

Mire por la ventana, todo estaba oscuro, esperaba ver a lo lejos algo moverse y que fuera Trevol, después de todo aunque de malas ganas nos había acogido en su hogar y con el paso de los días le había cogido cariño, no era el hombre que vi la primera noche, tengo que reconocer que lo juzgue mal. Se veía la luz de la linterna de Jennifer, el agua caía como si el cielo se hubiera roto.

Sonó un grito desgarrador, salimos corriendo al cobertizo, la imagen que vimos era terrible.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo