—En cuanto a poder e influencia, Christian está a años luz de distancia de Fernando. ¡Valenciano podría aplastar a Christian con facilidad, incluso más fácil que aplastar una hormiga!

En cualquier aspecto, Christian está destinado a perder sin duda alguna.

—Tú...

Christian frunció el ceño, enfurecido por la arrogancia de Valenciano.

—¿Quién dijo que Christian no tiene la calificación?

—Valenciano, tienes un tono muy arrogante. Desde mi punto de vista, eres tú quien realmente carece de calificación.

En ese momento, se escuchó una risa fría.

El señor Bravo, hijo de Víctor, entró con paso firme junto a sus seguidores, emanando una poderosa presencia.

—¡Señor Bravo, eres tú!

—¿Qué haces aquí?

Valenciano miró al señor Bravo, sorprendido.

Este lugar era el territorio de Ernesto y también estaba bajo la influencia de Fernando.

El hecho de que el señor Bravo, hijo de Víctor, apareciera aquí sorprendió a Valenciano.

—Christian, ¿no llegué tarde, verdad?

El señor Bravo no le prestó atención a Va