En cuanto a su deseo de perseguir a Paula, Lucía que está delante de él es mucho mejor en todos los aspectos que ella. Si tiene la oportunidad de ganar el afecto de Lucía, ¿por qué seguir persiguiendo a Paula? Ahora Alfredo solo piensa en Lucía.
—¿Quién te crees que eres?
—¿Deberías saber mi nombre también? No tienes ni idea.
Lucía resopló fríamente con una actitud altiva y no le prestó atención a Alfredo.
Su personalidad siempre ha sido caprichosa y ardiente. Ella no se preocupa por cuántos hijos ricos y poderosos hay en Ciudad Baja, entonces ¿cómo podría ponerle buena cara a Alfredo? Naturalmente, ella tampoco le dio ninguna atención.
—Tú...—
Alfredo quedó atónito al escuchar esto. Él siempre se había visto muy alto y nunca había permitido que nadie lo menospreciara. ¿Cómo puede soportar el desprecio de Lucía? Se sintió un poco avergonzado e irritado: —¿Quién te crees que eres?
—Solo eres la novia de un chico pobre, ¿por qué finges ser tan arrogante delante de mí? No busques atenci