—Sí, Alfredo tiene razón.
—Todos solo te estábamos bromeando. Eres un hombre adulto, no deberías ser tan susceptible. Además, todos somos compañeros de clase y seguramente no hay malicia en lo que decimos. Solo estamos charlando sin más.
—Además, hace mucho tiempo que no nos vemos y ahora finalmente tenemos la oportunidad de reunirnos. Sería una lástima si te fueras tan pronto... ¿Por qué no te quedas un poco más y pasas tiempo con nosotros?
...
Al escuchar a todos hablar así, Paula también pensó que Christian se había ido temprano porque estaba molesto. Así que le dijo: —Christian, ya que has venido hasta aquí, ¿por qué no esperas a terminar la cena antes de irte? Y además han pasado tres años desde la última vez que nos vimos; tengo muchas cosas que contarte.
La actitud de Paula era sincera y ella realmente quería tener la oportunidad de pasar más tiempo con Christian después de tantos años sin verse. De hecho, aceptó asistir a esta reunión precisamente para ver si podía encontrarse