—Christian, Calvo es demasiado poderoso, ¡Agustín y yo no somos rival para él!
—Lleva a Esther contigo y vete primero, yo me encargaré de detener a Calvo. ¡Asegúrense de escapar!
Viendo que él y Agustín no podían hacer frente a Calvo, Jordi, apretando los dientes, gritó en dirección a Christian.
Calvo había matado a su familia, su odio hacia él era profundo, y ya había dejado de preocuparse por su propia vida.
Aunque él y Agustín no podían ganarle a Calvo esta vez, incluso si morían a manos de él, no sentirían miedo ni retrocederían.
Sin embargo, Esther era su nieta, su único consuelo. Antes de que él y Agustín fueran derrotados, esperaba que Christian pudiera llevarse a Esther lo más rápido posible.
Si Christian y Esther se marchaban a salvo, podría luchar a muerte contra Calvo sin remordimientos.
—Jordi tiene razón.
—Christian, Jordi y yo detendremos a Calvo, tú y Esther deben huir rápido —Agustín habló solemnemente.
Sabía que esto no tenía nada que ver con Christian, y además, Chris