En ese momento, los sonidos en la habitación y los gritos de Urbano ya habían alertado a dos hombres de mediana edad y varios guardias de la familia Figueroa que estaban afuera.
Inmediatamente, entraron apresuradamente al abrir la puerta y corrieron desde afuera hacia la escena.
—Joven amo, ¿qué te ha sucedido?
Al ver la habitación en desorden y a Urbano herido, los dos hombres de mediana edad y los guardias de la familia Figueroa se sorprendieron enormemente, y rápidamente se acercaron para ayudar a Urbano a ponerse de pie.
—Atrápenla de inmediato.
Urbano señaló a Lucía con enojo, con una expresión furiosa.
—¡Sí!
Dos guardias de la familia Figueroa recibieron la orden y se apresuraron a agarrar a Lucía.
Lucía no ofreció resistencia, y tampoco tenía la capacidad de hacerlo. Se dejó sostener por los dos guardias de la familia Figueroa.
—Zorra, ¿cómo te atreves a atacarme por sorpresa? ¡Estás buscando la muerte!
Urbano, enfurecido, soportando su dolor, se acercó cojeando.
—La persona mal