—Papá, mamá, ¿qué está pasando aquí?
Al ver la situación algo caótica en el salón, y a Belén sentada en el suelo, Leocadia se sorprendió y fue la primera en romper el silencio.
—Leocadia, ¿has vuelto? ¡Y has vuelto sana y salva!
—Bien, ¡eso es maravilloso!
Belén, una vez que recobró la compostura, estaba eufórica. Inmediatamente se levantó, corrió hacia Leocadia y la abrazó fuertemente. Sus mejillas se llenaron de lágrimas de alegría.
En ese momento, los presentes en el salón, especialmente Fermín y Herminio padre e hijo, sorprendidos y emocionados, se acercaron rápidamente.
—Leocadia, ¿estás bien?
Fermín preguntó con gran preocupación. Luego, él, Herminio y Belén revisaron detenidamente a Leocadia para asegurarse de que no hubiera sido herida por Eulalia.
—Estoy bien.
Leocadia negó con la cabeza.
—Menos mal.
Al ver que Leocadia estaba realmente a salvo y sin daños aparentes, Fermín, Herminio y Belén sintieron un gran alivio.
Luego, Fermín calmó un poco sus emociones y no pudo evitar p