Cuando salimos del shock inicial que fue ver a ese lobo perdiendo la vida, todos tomamos el cadáver y lo llevamos de regreso a casa, pues planeamos devolverlo a la manada Garra Nocturna para que le den los ritos funerarios apropiados.

De regreso en la base de Cedric, los otros lobos y yo cubrimos el cadáver y le ponemos algunas flores, mientras que yo sigo pensativa, preguntándome qué rayos acaba de ocurrir.

—Tenemos que marcharnos, somos 6 ahora, y estamos bajo ataque —dice ese lobo tonto que me salvó la vida hace un rato.

—Pediré más refuerzos a mi hermano, hablaré con él hoy y le explicaré lo delicada que está la situación —responde Cedric tan suave como siempre.

—¿Acaso no lo entiendes? Mataron a Luis con esa cosa, que no tenemos ni la más mínima idea de que es, tenemos que resguardarnos o podríamos perder la vida como Luis…

—No, creo que tu no lo entiendes, Liam —Cedric se pone firme—. Este es el territorio de la manada Garra Nocturna, y como hermano del alfa Julian, yo tengo un