—Eso no fue lo que te pregunté Ros.
Ella se volvió para mirarlo con los ojos achicados por la curiosidad.
— Toda novia está nerviosa el día de la boda, no tengo por que ser la excepción, ¿que deseas saber realmente?
Él sonrió y la abrazó para decir:
— No quise decir nada, solo si estabas nerviosa, voy por un trago.
Ros se quedó mirando a la corpulenta figura de su hermano que salía de su habitación, lo conocía muy bien y sabía que Ronald estaba preocupado por algo, ella empezó a revisar todo lo que había sucedido desde que había conocido a Derek, la amargura se le reflejó en el semblante, “¿que la estaba motivando a casarse con un hombre como aquel? Este pensamiento atravesó su mente como una espada aguda y no la dejó tranquila.
Ella nunca había sido mala persona, pero sentía que con éste ejemplar de hombre alcanzaría lo que siempre había querido para ella, a alguien que la amara, pero ahora al ver la expresión en la mirada de su único hermano reflexionaba si valdría la pena. “¿A qui