— ¿Es una pregunta retórica? — Nala se cruza de brazos y recorre mi cuerpo con una mirada intensa y como era de esperarse, mi lobo y mi cuerpo reaccionan de inmediato ¡Mierda!
— No voy a quedarme contigo en la misma habitación — Me dice y sale del cuarto de baño dándome un respiro y dejándome un momento para controlar mi muy explícita reacción.
Salgo de la ducha y me pongo mis pantalones vaqueros y entro en la habitación.
Observo un bulto debajo de la cama, Nala se ha cubierto con el edredón y al parecer intenta no respirar.
— Vas a ahogarte — Le digo y me acerco a ella, me quito los vaqueros y me acuesto a su lado, sobre la cama.
Siento el rugido en mi interior, el fuego se enciende, el calor de mi cuerpo aumenta y mi corazón late al mismo ritmo que el de Nala, lo escucho a pesar de que ella intenta ocultarlo.
Cierro los ojos porque estoy muy cansado, necesito dormir dos o tres horas y luego saldré a buscar al asesino de mi hermano.
Nala se mueve sobre la cama. No ha parado de hacerl