Pov: Melanie
— Lo siento, no sé que pasó — se levanta y cierra las puertas del lavado.
– Estabas cansada y te dormiste — Abre la canilla que llevaba andando mal hace días y se enjuaga las manos.
— ¿Cómo lo hiciste? — camino un poco para ver mi canilla.
— Nuestra casa también es una casa muy vieja, era de mis bisabuelos y siempre se rompe la canilla, papá la arregla o a veces yo, hasta Sieni sabe como hacerlo, debiste decirle que te enseñe — Me sonrío impresionada.
— Yo.. me siento inútil en estos momentos, casi llamo a un plomero — Se encoge de hombros y busca su remera para ponérsela.
Aunque no me molestaría si no se la pusiera.
— No te preocupes, ya está arreglado y la próxima te enseñaré como se hace ¿Café? — Me extiende una taza y la tomo.
— Gracias, eres.. multifunciones, secretario de día, cantinero de noche, plomero en las mañanas y hasta el café preparaste, sin contar... que haces buenos masajes — Toma una taza de café mirándome.
No puedo decir que no me haya sor