Alaric
Corría desesperado por el bosque. No sabía hasta dónde había llegado o si Eva la había hallado. Entonces, sentí el distintivo olor de lobo cerca, y el terror me invadió. Estaba seguro de que Roy iba a perder la cabeza pronto.
—¡Le están haciendo algo a mate! Tenemos que actuar ahora mismo —insistió mientras me acercaba al campamento. Una voz me detuvo.
—Su Majestad...— El guerrero Elías estaba escondido entre unos arbustos. Lucía aterrorizado —Eva y Celeste han sido atrapadas. Es Alfa Daniel con su gente. Quieren entregarlas al enemigo, escuché gritos, no sabía que hacer Eva dijo… —Tartamudeaba preocupado, y me transformé en humano.
—Has hecho bien, quédate aquí, voy a atacar.
—Déjeme ayudar, Su Majestad.
Era consciente de todas las pruebas a las que lo había sometido. Había desconfiado de él, lo había enviado lejos, incluso le había asignado tareas que no eran del todo agradables. Y, sin embargo, él las había aceptado sin una sola queja, agradecido.
—Guerrero necesito que vuel