Capítulo 11
Lukyan no volvió esa noche a casa de Ada, y los siguientes días no fueron diferentes.
Habían transcurrido varios días desde que Lukyan había dejado la casa de Ada y se había adentrado en el bosque en busca de pistas de sus subordinados, sentía la necesidad de alejarse de la pequeña rubia que lo estaba volviendo loco y a menudo le hacía entrar en conflicto con su lobo Sasha.
Para Ada esos días se habían vuelto lúgubres, no comprendía porqué Lukyan se había marchado sin decirle nada y en su corazón comenzó a formarse cierto resentimiento por su desaparición.
Volvió a aquellos días solitarios, en los que se sentía vacía, la alegría de encontrarse con Lukyan en la noche y compartir el espacio con alguien que no la tratará mal se había esfumado.
Una mañana en el mercado Ada escuchó como dos mujeres hablaban sobre Jhon y despotricaban contra ella, algo a lo que ya estaba acostumbrada por mucho que lo intentara nadie la quería en la Manada.
No le sorprendieron los insultos