— Ah. — por un segundo se sonrojo y Gabriel dejo un beso en su coronilla. — No, no he asesinado a nadie ¿Por qué?
— Te ves cómoda con lo que Gabriel dijo.
— Ah, este… mmm…
— Mi bollito de azúcar no tiene problema con el trato o uso de cadáveres, ¿verdad amor? — Macarena vio con intriga a Cielo y Mar