— Pues del momento que mi tío Mateo se casó con tu madre eres mi prima, al menos ante la Ley, y mis ojos ¿se te olvido que llevas el apellido Zabet? — no merecía aquel apellido, claro que no cuando se comportaba de esa manera.
— No me salgas con esas estupideces, que tu madre…
— Ten cuidado lo que