Capitulo 31

Me zafé de las obligaciones que mi puesto requería. Me olvidé que era el presidente del país, al menos en lo político pues de mi autoridad y poder militar, aún estaba haciendo uso.

Nos montamos en varias camionetas blindadas. Varios miembros de mi seguridad con algunas instituciones privadas, formaron mi equipo de cacería para entregarme a mi rival.

Luis dominaba ese estado y contaba con varios escondites, pero nuestra jugada principal seguía siendo el rastreador que le colocamos a Miriam.

El secretario pudo ver que estaba en una casa no muy lejos de ahí. Pudimos corroborar que ese inmueble le pertenecía a Luis, así que no había duda, lo iba a buscar y lo hundiria de una buena vez.

Solicité a mi equipo un chaleco antibalas así como un arma. Se sorprendieron mucho por mi petición ya que no era común que el presidente se uniera a ese tipo de actividades.

De hecho, desconocían que yo tuviera algún tipo de preparación para hacerlo.

Cuando inició mi carrera política tomé varios cursos, lo
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App