POV: Alexander Líbano
Estaba saboreando el último trago de whisky cuando escuché pasos decididos al otro lado del despacho.
La puerta se abrió sin siquiera tocar.
Deymon.
Siempre tan directo.
—¿Se puede saber por qué carajos estás tan feliz? —gruñó, cruzándose de brazos frente a mí—. ¿Qué hiciste ahora?
Me recosté en el sillón, jugueteando con el vaso vacío entre mis dedos, y le lancé una sonrisa ladina.
—Ya lo verás… Pero antes necesito algo de ti.
—¿Qué?
—Dame el número de Carttal.
Deymon frunció el ceño al instante. Su cuerpo se tensó como un resorte. Podía ver cómo su mente procesaba todas las posibles razones por las que yo querría contactar al maldito bastardo.
—¿Para qué lo quieres? —preguntó con cautela.
—Solo dámelo. No preguntes.
Se quedó en silencio un par de segundos. Luego suspiró y sacó su teléfono. Buscó en sus contactos y me lo extendió.
—Aquí tienes.
Tomé el móvil con calma, como si tuviera todo el tiempo del mundo, y marqué el número.
Una… dos… tres señales.
Y entonc