POV: Carttal Azacel
El zumbido constante del avión era lo único que se escuchaba, pero dentro de mí, todo era ruido.
Me senté junto a la ventana, mirando hacia el cielo oscuro, aunque no veía nada. Podía tener las manos quietas, podía incluso mantener la respiración controlada… pero por dentro estaba ardiendo. Quería que este maldito jet volara más rápido. Quería que el tiempo dejara de torturarme. Quería... estar ya con ellos.
Con ella.
Con mis niños.
Me pasé las manos por el rostro con fuerza, como si eso pudiera borrar la desesperación que sentía. ¿Cuánto tiempo había pasado desde la última vez que vi a Aslin? ¿Desde la última vez que escuché sus pasos, su voz, su risa suave cuando pensaba que no la escuchaba?
Y los niños… Dios, los niños. ¿Estaban bien? ¿Estaban a salvo? ¿O Alexander ya había metido sus garras en sus pequeñas vidas, contaminándolos con su veneno?
No podía seguir sentado sin hacer nada. Me levanté de golpe, caminé por el pasillo angosto del jet, ignorando el dolor