POV: Aslin Ventura
El temblor en mis manos no paraba. Llevaba más de una hora caminando de un lado a otro dentro de mi habitación, con el corazón martillando en el pecho y la garganta cerrada. La certeza de que Carttal seguía vivo me quemaba en la piel. Era como una chispa dentro de mí, imposible de apagar.
No podía quedarme aquí. No más.
No después de escucharlo con mis propios oídos.
Alexander lo sabía. Lo estaba buscando. Lo quería muerto.
Y yo… yo ya no podía seguir escondida detrás del miedo.
Sin pensarlo dos veces, salí de la habitación. Bajé las escaleras con pasos firmes, sin importar el nudo que tenía en el estómago. Si Alexander se enfadaba, que se enfadara. Si gritaba, que gritara. Estaba harta de tener miedo. Harta de encogerme cada vez que su sombra se acercaba. Harta de dejar que me rompiera poco a poco.
Llegué hasta la puerta de su despacho sin detenerme. La empujé con fuerza.
Y entonces lo vi.
Alexander estaba allí, de pie, con la camisa abierta y el cinturón desabroch