Capitulo 13. La sospecha
Amaranta se vistió, mientras que Damián le daba pequeños besos a su rostro y manos.
—¿Mañana a la misma hora?— cuestionó.
—Por supuesto— se levantó de puntillas para poder besar en los labios a Damián y luego se terminó de poner los tacones.
—Te llevaré de vuelta a la universidad.— afirmo Damián.
Ambos se marcharon de nuevo al estacionamiento de la parte de atrás de la universidad, para tener un último momento del día a solas.
—¿Cuando volveremos a dormir juntos?— pregunta un Damián ansioso.
Amaranta observa sus hermosos ojos verdes, su cabello negro, sus cejas gruesas y definidas. Realmente es guapo.
—Eso si está muy difícil— con bajos ánimos.
Damián le acomodó un mechón de cabello detrás de su oreja.
—Lo resolveremos.
Ambos se dan un beso y Amaranta se baja para irse al campus y así fingir que sale de las clases.
El chófer Santino ya estaba esperándola en frente de la universidad.
Amaranta se subió al auto de Santino y se marchó a casa.
Damián se marchó de nuevo a su empresa, ya que