Tener una madre que trabaja en el ámbito de la salud significa tomar vitaminas y medicamento a cada nada; cuando se necesitan, cuando no, por si acaso y porque a mi madre le da la gana.
Y cuando papá se fue, la psiquis de mamá... ¿Cómo lo digo para que suene bonito? Sufrió un pequeño (gran) desgarre en la parte del cerebro que te hace normal y menos exagerado.
¿A que quiero llegar con eso? Bueno, a que tengo ocho frascos de medicina que YO NO METÍ en mi bolso junto con una nota de amenaza que me obliga a tomarlas.
—Son... muchas—la preocupación en su tono es bastante.
—No te pedí que me dijeras—saque unas de las que decían "ayuna".
— ¿Te sientes bien?