Me gustas...
Sin embargo, el momento fue interrumpido bruscamente por un carraspeo.
—Adalyne, necesito hablar contigo—dijo Luca, su tono enfadado y casi gruñendo. La mirada que me lanzó fue como una orden, y su enojo era palpable—. Ahora—casi gritó.
Mi corazón dio un vuelco. Sabía que algo no estaba bien, pero aún no entendía qué.
Me levanté de la mesa sin decir nada a Valentín.
—Discúlpame—dije rápidamente, y él hizo un gesto comprensivo, aunque pude ver que su sonrisa se desvaneció un poco.
Seguí a Luca, que ya se dirigía hacia la parte trasera del salón, hacia un jardín tranquilo, alejado de las miradas curiosas. Sabía que tendríamos una conversación difícil.
—¿Quieres que lo mate?—inquierió serio y me sobresalté. —, ¿Es eso?
—¿De que hablas?—pregunté confusa y atemorizada.
—De Valentín—dijo y apretó su mandíbula—, Es uno de mis mejores hombres.
—¡Estas loco!—le grite—, Es muy buen chico y un gran amigo.
—Pero tu eres mía—dijo con voz suave—, Ver como te coquetea y tu le correspondes me hace he