Los niños permanencian inquietos, sin duda a pesar del malestar habían recargado sus baterías, por lo que Ayse decidió que lo mejor era llevarlos a caminar un poco.
— Se que soy tu prisionera pero ¿puedo llevar a los niños a caminar un poco?, es necesario que hagan un poco de ejercicio para que puedan dormir bien está noche.
— En primer lugar no eres mi prisionera eres mi invitada, se que se podría decir que te secuestre pero solo te quise traer a terreno neutral para poder hablar sin la intervención de terceros.
— Creo que ambos tenemos recuerdos diferentes recuerdos de cómo se dió este viaje, pero continua.
— Segundo claro que puedes andar libremente por la casa y sus inmediaciones, no te sientas.presionada tampoco tienes que responder a la propuesta mañana, podemos estar aquí por unos días más.
— Vale, entonces les colocaré un abrigo y los llevaré a ver un poco de las naturaleza.
— Pero quiero pedirte la oportunidad de ir contigo
— ¿Por qué?
— Para cuidarlos y por si necesi