Llegamos a la plaza principal y vimos a un pequeño grupo esperando.
— ¡Aquí! ¡Aquí ¡Alfa! — gritó una voz femenina procedente del grupo. Me sonaba.
"Claro que te suena, es la chica que ayer estaba que se caía, la que se llama Estrella." — me recordó Sahira.
"Muchas gracias, Sahi. "
"¿Sahi? No me gusta. Llámame por mi nombre, es mucho más bonito."
"Eres una aburrida."
"Porque tu lo digas."
No respondí a mi loba porque ya habíamos llegado al grupo. Estrella parecía entusiasmada.
— Hola a todos, muchas gracias por venir. — les dije con una sonrisa — tal y como dije ayer estoy muy interesada en las leyendas de la loba de los mil nombres.
— Hola, Alfa. No hay de qué, venimos a ayudar. — me dijo con mucho entusiasmo Estrella. La sonreí.
— Muchas gracias, Estrella. Bien, me gustaría, antes de empezar, aclarar dos cosas: la primera es que me gusta mirar a las personas a los ojos, así que por favor, no miréis al suelo, al aire o a la nada, miradme a mi, a los ojos. La segunda es que me gusta