Capítulo 68: Enemigos, y amantes ocultos. Parte 2.
Daisy.
Nada más aceptar, y que él me cubriera los ojos con la venda, sentí como sus labios bajaban por mi cuello, mientras yo sentía, como la tensión sexual, y mi deseo crecían, por un segundo, un recuerdo que he intentado borrar de mi mente, por lo que implica, volvió a mi maldita mente, por la similitud de lo que mi modelo me hacía sentir, con respecto a lo que me hizo, hace casi un año, un descarado abogado enmascarado.
Justo por eso, mi imaginación, quiso ponerle identidad a mi amante contratado, bien fuera para que me sintiera más segura, o bien porque recordar a ese maldito hombre, me era lo menos traumático, ante tener que reconocer que, en una decisión loca, y no pensada, había elegido convertirme en una mujer desinhibida, segura y liberal, acostándome con alguien, sin apenas conocerlo, aún peor, que había pagado por ello.
Mi imaginación decidió, por mí, y transformó a mi amante en mi mente, en ese maldito hombre, lo que al final provocó que mi estrategia inicial, la de dem