Capítulo 4

Unos días después…

En medio de la noche, Regina se estaba preparando para aparecer en la fiesta mientras que recuerda en su mente las palabras de su hermana diciéndole que tiene que tener cuidado, sin embargo, ella sabía en protegerse sola.

A pesar de que escucho en su trabajo el pequeño rumor de que, si besan con una persona en una fecha importante como Halloween o Año Nuevo, iba a hacer su alma gemela por toda la eternidad.

Sin embargo, Regina pensó que era algo demasiado estúpido porque la verdad le bastante en aguantar todos los comentarios de Eugenio acerca de que tenía que conseguir un novio cuando apenas tenía 26 años, sin embargo, le daba igual porque ahora estaba camino a la fiesta para solucionar el problema de su padre.

Desde la muerte de la madre de Regina y Gaby, nuestra protagonista ha tenido un lazo demasiado fuerte con su papá, por eso ella estaba considerando una injusticia todo lo que le estaba ocurriendo.

Menos mal había decidido quedarse dos calles antes donde se estaba celebrando la gran fiesta de la familia Allen para que nadie viera que se estaba bajando en un taxi.

A diferencia de Regina, ni siquiera estaba invitada en la fiesta, sin embargo, iba a hacer la impostora de una invitada de lujo para cumplir su objetivo.

—Solamente espero que todo salga bien—fue lo dijo en ese momento mientras estaba caminando para la recepción de la fiesta.

Entonces, a medida que iba avanzando, seguía viendo todas las luces, incluyendo toda la decoración que valía demasiado dinero.

Poco después estaba en la fila para entrar mientras estaba recordando como mencionar un poco el portugués porque la verdad tenía que aparentar que venía de otro país.

Eso le dio la idea de una mujer que era una reconocida actriz que menciono en sus redes sociales que iba a asistir a esta celebración, por eso Regina termino de sacar su disfraz con bordes de rubí que le había quitado prestado a su mejor amiga.

Luego de 5 minutos estaba cansada de esperar aquí en la fila hasta que llego su turno.

—Hola buenas noches ¿Me puede entregar su invitación?—le pregunto uno de los mayordomos del evento.

Ahora Regina no podía cometer ningún error porque era la única oportunidad que tenía para hablar con Olivia para que no la reconociera, además que querían sentir que hacían las personas que no le entraba el dinero en el bolsillo.

—Disculpe, pero se me perdió, aunque estoy en la lista de invitados. Mi nombre es Marisa Montes, soy una de las artistas más reconocidas en Brasil—le menciona ella mientras que este hombre seguía buscando en todos los papeles que tenía.

Así que igual me tengo esperar mientras que las personas que estaban detrás de mí querían saber todo lo que estaba pasando, incluso porque ahora me estaba tardando demasiado.

—¿Acaso también le tengo que mostrar mi identificación?—le comente molesta mientras que igual seguía haciendo su trabajo.

Me di cuenta de que más tiempo pasaba, se iba a dar cuenta de la verdad, por eso voy a utilizar mi última carta.

—Es demasiado increíble la recepción de este lugar, tendré que hablar con toda la familia Allen para que hagan algo con usted porque la verdad tengo que andar mi tiempo con este tipo de gente.

Sin embargo, siguió buscando hasta que encontré el nombre que le estaba diciendo.

Al menos esta vez para Regina le sirvieron estar pendiente de los chismes de los presentes.

—De verdad lo siento, señorita—fueran las palabras de ese hombre, pero Regina siguió adelante su camino, aunque por dentro se quería disculpar, eso sería arruinar sus planes a perder.

Entonces, una vez se adentró a la fiesta, tenía que encontrar a Olivia Allen lo más pronto posible, sin embargo, no iba a hacer tan fácil en un sitio lleno de personas de la alta sociedad.

Con su vestido corto y escotado de color rojo, se podría decir que era una de las mujeres más bellas de la fiesta.

Luego uno de los mesoneros se acercó al lado de Regina para ofrecerle una copa de champán, algo que acepto con gusto para calmar los nervios debido al malentendido de su invitación.

Mientras voy a poco se iba explorando el terreno, pero alguien fijo su mirada en ella para acercarse, apenas la vio.

En cambio, para Regina apenas vio ese hombre, le pareció ser el amor perfecto para su vida porque sus ojos verdes deslumbraron su alma.

—Nunca voy a entender como una chica puede estar tan sola, al menos que esté ocultando secretos—en ese momento ella tomó un poco de su bebida pensando que alguien había descubierto su plan.

—Lo hago porque no quiero mostrar hipocresía frente a los demás, porque todos deben estar hablando de sus millones—le respondió Regina con total sinceridad.

—Puede ser que tengas razón, por cierto, soy Michael Allen—después de eso, este hombre beso su mano demostrando que le gustaba su compañía.

Regina se sonrojó un poco en ese instante, sin embargo, tenía otro objetivo en mente.

No podía permitir ese tipo de distracción a pesar de que lo quería conocer un poco más, además de que podía ser una manera para acercarse a Olivia.

Entonces Michael se quedó al lado de esa chica durante el resto de la noche, mientras que su hija estaba jugando con una de sus hermanas.

Sin embargo, le indico a ella un jardín que estaba en la parte de atrás.

Michael enseguida se dio cuenta de que era una mujer que nunca antes en su vida había visto, todo ese misterio le daba demasiado intriga buscando de todas las formas posibles atraer su atención, por eso se quería encargar de que estuvieran solos para conocerla todo lo que pudiera.

Poco después, los dos estaban en una esquina de la fiesta, pero en ese instante Michael se acercó lo suficiente a esta chica para robarle un beso en sus labios, mientras que Regina al principio se negó, pero luego acepto su cuento de hadas.

Algo demasiado atrevido en la vida de Regina, sin embargo, no esperaba nada de eso porque lo único que estaba haciendo era hablando con este hombre.

Menos mal que para acompañar este momento empezaron a sonar los fuegos artificiales, mientras que Regina lo seguía besando, guardando en su corazón que este hombre podría ser su alma gemela viviendo felices para siempre.

En otro lado de la fiesta, Rafael estaba ahí dándose cuenta de que la supuesta artista de Brasil, era una impostora, sin embargo, no la encontraba por ningún lado a diferencia de Olivia que estaba cerca, por eso fue acompañarla para que le diera la bienvenida a la ciudad.

—¡Cuánto tiempo sin verte! Siempre hemos sido viejos conocidos, espero que no lo hayas olvidado—fue lo primero que le dijo Rafael a ella mientras estaba luciendo su antifaz plateado.

—Pensé que habías aprendido tu vieja lección, ojalá te hubiera matado cuando tuve la oportunidad.

—Si tienes razón, pero esta vine para quedarme y cumplir mi venganza de destruir tu familia, porque también vine a recuperar a Ruth junto a nuestro hijo, que es lo que más te duele de nosotros—le dijo Rafael mientras que Olivia se estaba muriendo de la rabia por dentro.

—Veremos quien gana primero—luego Olivia respiro un poco—si me permites tengo que subir al escenario para hacer anuncios importantes, claro, al menos que me quieras acompañar.

Sin embargo, Rafael no se iba a quedar de brazos cruzados, esta vez porque tenía que hacer todo lo necesario para encontrar a la impostora para proponerle algo más que un simple trabajo.

Con todas sus habilidades, era el instrumento que podía usar para destruir a Olivia, además de que ahora tenía poder y dinero, la inteligencia de esa chica le iba a servir para adelantarse a sus pasos.

Un elemento sorpresa que no estaba dispuesto a perder por nada del mundo.

Por eso se fue de ese lugar esperando cerca de la entrada de la recepción mientras que llamaba a su asistente para que lo viniera a buscar.

Luego vio a la muchacha, sin embargo, estaba algo apresurada.

Pero Rafael la detuvo.

—Disculpe, necesito hablar con usted un negocio que le puedo ofrecer—aunque Regina se quería ir por todo el malentendido que tuvo con Michael, este hombre la estaba agarrando del brazo—¿Quién eres en realidad?

—Lo siento, señor. De verdad se equivoca de persona—fue lo único que Regina pudo decir en ese momento.

Pero Rafael le pudo quitar su máscara para darse cuenta de que se trataba de una chica demasiado corriente para que estuviera en un sitio así.

—Te puedo dar todo el mundo entero si trabajas para mí porque necesito que seas mi impostora.

Regina pensó en un momento en todo eso, mientras que Michael podría aparecer en cualquier segundo para buscarla, aunque estaba demasiada indecisa por la respuesta que le podía dar.

—Créeme que si trabajas para mí, el resto de tu vida puede cambiar.

—Veremos que se trata su supuesto trabajo porque hasta el momento no me ha dicho nada de eso—luego Rafael la soltó para después montarse en su limusina junto a su asistente que los estaba esperando afuera del evento.

Este hombre mayor tenía que darse cuenta de que esta muchacha tenía que cumplir todas sus expectativas porque una vez que estuviera dentro de sus planes debía cuidarla de Olivia porque esa mujer era capaz de matarla.

—¿Qué tan bien conoces a la familia Allen? ¿O sus empresas?—le pregunto este señor a Regina mientras que ella había buscado la manera más apresurada para salir.

—La verdad no tengo ni idea de lo que me está hablando ¿Qué es lo que quiere?—le pregunto ella llena de curiosidad para intentar conocer las intenciones de este hombre.

Sin embargo, la asistente de Rafael le estaba pasando su teléfono para luego mostrárselo a Regina.

—Ahora me imagino que eres la misma chica de la foto ¿Cierto, Regina?—le devolvió esa pregunta dándole a entender a ella que estaba en sus manos.

—Sabes lo único que quiero ahora aceptes el trabajo que te voy a dar porque necesito destruir a todos los hijos de Olivia acabando también con su empresa—luego miro un poco hacia la ventana—por eso necesito tu ayuda porque vas a hacer mi impostora o tenlo por seguro que voy a terminar de destruir tu familia.

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