Ava estaba muy mal en estos momentos porque a pesar de que estaba encerrada en el baño, nada había servido en la hemorragia que tenía en estos momentos.

—¡Maldita sea! ¿Por qué tuve que caer en su trampa?—se dijo ella mientras que golpeaba el suelo con sus manos.

Sin embargo, entendía que todo iba de acuerdo a los planes de Stephan y Cora porque estaba agonizando.

—Si logro aguantar, aunque sea para pedir ayuda afuera me va a servir de mucho—era la nueva determinación de Ava que la hizo levantar del suelo.

A pesar de las probabilidades de que saliera viva eran pocas, ella se levantó para abrir la puerta.

Entonces empezó a notar que no había nadie, algo raro, no obstante, igual se caminó directo a la entrada intentando observar todo a su alrededor.

Solamente para recibir tres disparos en la espalda, donde incluso las paredes de la cabaña se habían manchado junto con el piso, pero, fue uno de los peores golpes que ella misma se dio en contra de la madera.

—Lo siento mucho, pero,