Días más tarde.
Una vez que Emily se recuperó regresó a sus labores al lado de Noah, la situación en la empresa era bastante compleja, Noah se esforzaba para que los negocios salieran a flote, pero con el pasar de los días todo se hacía aún más difícil.
Reuniones y más reuniones, Noah llevaba a cabo con sus colaboradores buscando la manera de hacer que todo fluyera, eran momentos difíciles para aquel joven CEO, pero él estaba dispuesto a darlo todo, únicamente para no dejar que la empresa que la había dejado su padre decayera.
Emily dio unos cuantos golpes en la puerta y luego ingresó, Noah se encontraba sentado frente a la computadora, tan solo se tomó unos segundos para levantar la mirada y darse cuenta de quién se trataba.
—Supongo que aún no has ido a tomar el almuerzo, ¿qué te parece si vamos juntos? —Noah se detuvo y conectó la mirada con ella.
—Estoy ocupado, no me esperes mejor adelántate —respondió Noah de manera fría.
—Lo hago porque quiero agradecerte por lo que hiciste