— ¿Estás bien?— comenta Kevin.— el jefe a veces suele ser muy duro con todos.
— Si estoy bien— respondo y trato de limpiar mi rostro debido a la lluvia.— se cómo se pone ese hijo de su puta madre.
— ¡Pensamos en lo mismo, idiota!— comenta Jonathan. Su pelo se moja tanto que parece a la misma niña del aro.
— No empieces otra vez Jonathan— comenta Kevin quien se le mojan todos sus lentes.— ya hemos sufrido bastante el día de hoy.
— Tienes razón, ¿Y ahora que demonios hacemos? No quiero irme de aquí.
— No tengo la menor idea, ¿Crees que tengo siempre la idea de qué hacer?
— ¡Pues puede ser!
— Gracioso.
— ¡Lo sé yo también te quiero!
Trato de pensar y se me ocurre una idea tan loca.
— Se me acaba de ocurrir algo.
— ¿Y que es?— pregunta Kevin.
— ¡¿Qué m****a se te ocurre Hugo Boss?!
— Hay una entrada trasera que muy pocos conocen y podemos detener a ese desgraciado.
— ¿Cuál entrada trasera?—