Acompañé a Jenny mientras daba un paseo por el patio de la clínica antes de ir a hablar con la psicóloga.

“¿Qué cuidados debes de tener con el bebé?” Le pregunté y ella entrelazó sus manos en su vientre.

Sus ojos se iluminaron como dos zafiros y sonrió radiantemente.

“No debo de hacer muchas cosas extremas, como caminatas largas, debo recostarme con los pies hacia arriba una hora, no hacer ejercicio, comer sanamente y acudir a mis ecografías seguidamente. Dylan, yo quiero que mi bebé nazca y se desarrolle bien, no quiero perder a este bebé, no como el anterior.” Suspiré.

“Te atenderá el mejor doctor de todos, hablaré con Max, Max es un buen ginecólogo, y podrá llevar bien el control de tu embarazo, no dejaré que nada les pasé ni a mi hijo ni a ti.” Ella volteó a verme.

“Dylan te amo.” Pronunció y retiró la mirada.

“También te amo Jenny." Respondí y continuamos caminando.

Después de una hora de platicar acudimos con la psicóloga, la cual no se negó a darla de alta siempre y cuánd