¡Timbre!
Poco después de que Sylvia se despertara por la mañana y estuviera a punto de preparar el desayuno, su teléfono sonó repentinamente.
Miró su teléfono y vio que Isabel la estaba llamando, por lo que descolgó de inmediato.
Inmediatamente después de contestar, escuchó a Isabel gritar en el teléfono:
—Aiiii… Mami, ¡el Malito tuvo un accidente coche!
Hubo un ruido.
Su teléfono repiqueteó contra el suelo.
Sintió que la fuerza se le escapaba de las piernas en un instante.
Le tomó un momento registrar lo que escuchaba. Se equilibró contra la pared con una mano mientras se agachaba para contestar el teléfono y preguntó con voz temblorosa:
—Isabel, ¿cuándo sucedió? ¿Cómo está él ahora?
En medio de sus sollozos, Isabel respondió:
—Creo que fue anoche. El tío Sebastian dijo que todavía está en coma en el hospital... No se va a morir, ¿verdad?
¿Anoche?
Sylvia respondió con el ceño fruncido:
—No, los médicos harán todo lo posible para salvarlo. No morirá tan