—¿La máquina funcionó mal sólo cuando ustedes dos la usaron y no cuando otros lo hicieron? —Isabel los miró con recelo, lo que la llevó a preguntar sobre el control de las máquinas expendedoras de billetes en la sala de seguridad. Liam, preocupado, ordenó a su asistente, Mitch, que investigara. Siguiendo la directiva, Mitch rápidamente salió del auto y se dirigió a la sala de seguridad.
Isabel, con una agradable sonrisa, informó a Caprice de sus inminentes compromisos de rodaje y se despidió, expresando su intención de verse más tarde. Freya, sintiéndose incómoda dentro del auto, pidió permiso para dar un paseo por la ciudad, lo cual Caprice le concedió. Cuando Freya salió del auto, persistió un rígido silencio.
Caprice expresó su gratitud y se volvió hacia Liam, reconociendo su oportuna intervención. Liam, aunque visiblemente molesto, comentó que la situación podría haberse evitado si Caprice hubiera comunicado sus planes de visitarla.
Caprice, sintiendo una sensación de modera