Sherry no le prestó atención.
Aiden, visiblemente disgustado, logró contener su irritación.
Ron intervino burlonamente y dijo:
—Sherry, no estás del todo en lo cierto. Nuestra empresa cuenta con una buena reputación y, aunque nuestros clientes y socios en estos dos proyectos no son extremadamente influyentes, son bien conocidos. Si Carl pretendía coaccionar —Si los invitamos a colaborar, podría ser factible.
Sherry frunció el ceño.
Carl, reprimiendo el impulso de arrojarle su silla a Ron, fue detenido por Sherry antes de actuar según sus pensamientos.
Ella lo contuvo y luego se dirigió a Ron:
—Sr. Wright, Carl aseguró personalmente ambos proyectos. Si tiene dudas, puede comunicarse con los clientes para obtener más detalles.
Ron comentó con desdén:
—Ya firmaron contratos. No tiene sentido continuar con las investigaciones.
Sherry suspiró frustrada mientras continuaba reteniendo a Carl.
Ron estudió sus expresiones, se burló y suspiró.
—Bien. Si eso es lo que