John rápidamente ideó una explicación y dijo:
—Papá fue a inspeccionar el lugar; era un lugar muy polvoriento y llegó a papá.
Caprice aceptó la historia sin sospechas, presionando su rostro contra el de John a pesar de las manchas de suciedad en su rostro.
Poco después, John entró en la habitación con Caprice en brazos. Madame Stockton y el oficial Emmanuel conversaban en el sofá y Queenie estaba sentada en silencio a su lado. A la llegada de John, rápidamente se levantaron y lo saludaron.
Madame Stockton y Queenie se alarmaron por el estado abatido de John, y el oficial Emmanuel se sorprendió al verlo en tal condición. Esto contrastaba marcadamente con la imagen suave y cuidadosamente mantenida a la que estaban acostumbrados.
El oficial Emmanuel, a pesar de la sorpresa, saludó respetuosamente a John: —Joven amo Stockton, buenas noches.
Trajeron una silla para John, que estaba sentado con Caprice aferrada a él. El oficial Emmanuel fue directo al meollo del asunto y dijo: