La pareja se acercó a Liam y Caprice.
Liam los saludó casualmente y dijo:
—Tío John, tía Sherry.
Tanto John como Sherry respondieron con sonrisas amistosas.
Luego, John se volvió hacia Caprice, todavía acostada en el regazo de Liam, y le dijo:
—Caprice, ven aquí. Te llevaremos a divertirte un poco. Estás molestando a Liam.
Mientras John hablaba, Liam ayudó a la niña a ponerse de pie.
Caprice, como un suave malvavisco, se quedó inerte y se apoyó contra Liam. Haciendo pucheros, declaró:
—Caprice no quiere salir. Caprice quiere jugar con Liam.
John quedó desconcertado por sus palabras.
Sherry intervino:
—Caprice, Liam tiene sus propias cosas que hacer. No puede jugar contigo todo el día.
Caprice se apoyó en el hombro de Liam y refunfuñó:
—Caprice no va a jugar. Caprice sólo quiere estar con Liam.
Sherry se encontró insegura de cómo responder.
John frunció el ceño, contemplando alejar a la niña, pero ella rápidamente se aferró al brazo del niño, aturdiénd