Sylvia ignoró la falta de respuesta de Odell y guardó su teléfono en su bolso.
Poco después, al llegar a la academia, encontró a Christopher y algunos de sus compañeros profesores esperándola. Después de intercambiar breves saludos, compartieron el auto hasta el hotel de Westchester donde se estaba llevando a cabo el evento.
El evento se desarrolló en el amplio salón de baile situado en la planta baja del hotel, un espacio enorme. Cuando llegaron Sylvia y Christopher, ya se había reunido una multitud considerable.
Los asistentes mostraron un grupo demográfico diverso, que abarcaba tanto a personas jóvenes como mayores, todos notablemente corteses.
Christopher, al estar bien conectado dentro de los círculos artísticos y educativos de Westchester, llamó la atención de inmediato al entrar al salón de baile. Numerosas personas se acercaron a él con una sonrisa y le preguntaron:
—Presidente Dendro, ¿trajo también a la señora Girasol?
—Estábamos esperando ansiosamente conocerla.