La mirada de John se detuvo en las mejillas regordetas de Flint por un momento antes de abrazar al niño. Le preguntó a Liam:
—¿Dónde están tus padres?
Liam respondió:
—Estaban cenando fuera, así que me pidieron que viera cómo estabas y te preguntara si te gustaría comer algo cuando te despertaras.
—Mis disculpas por imponerme —pronunció John con una sonrisa, luego se levantó de la cama y le indicó a Flint que saliera de la habitación.
Liam los siguió con mirada cautelosa mientras se marchaban.
Finalmente, el trío llegó al comedor.
Sentados a la mesa estaban Odell y Sylvia.
—Amo Carter, señora Carter, podrían haber enviado a cualquier otra persona para que me despertara en lugar de molestar a estos dos encantadores niños —bromeó John débilmente, guiando a Flint hacia ellos.
El ceño de Sylvia se frunció en respuesta.
Los labios de Odell se curvaron en una media sonrisa.
—Dudo que alguien se atreva a despertarte.
Un cambio fugaz en la expresión de John fue rápid