Llamé a mi madre y aunque tuve que rogarle al final accedió, no tenía idea de quién diseñaría el vestido y no me interesaba, sabía que si mi madre la había elegido haría un excelente trabajo.
Mi madre era exigente y no permitiría que Emma hiciera el ridículo con un mal vestido.
-Listo señoritas.
-¿Conseguiste una nueva cita?
-¡Por supuesto!
Mañana a las cuatro de la tarde en mi casa.
-Lo recordaré.
-¿Te gustaría acompañarla Amme?
-Claro, me encantaría, necesito estar segura que la diseñadora no te odie o sienta envidia de ti y quiera arruinar el vestido, hay muchas de esas.
-Ja ja ja. Amme...
-Es en serio Emma, no deberías ser tan ingenua, en verdad hay gente así.
Por cierto... ¿Ya cenaron?
-Ya, muchas gracias por preguntar Amme.
-Ok...
-Por cierto Amme, quiero que Emma vuelva a mi departamento.
¿Te gustaría ir con ella?
Puedes quedarte a acompañarla mientras estás en la ciudad.
-¡¿En serio?!
-¡Por supuesto!
Amme se veía emocionada y Emma, Emma trataba de ocultar s