La familia Eiznich acostumbraba desde que todos sus miembros tenían uso de razón almorzar juntos el domingo, y Liam desde que Mariem había llegado de Londres hacía unos dos meses, había evadido asistir a ésas comidas, pero todos sus tíos y primos, sobre todo su prima Frida le reclamaron por varias semanas y él no pudo negarse ese día.
Todos estaban en la mesa y sólo faltaban Mariem y Frida, Liam tenía más de veinte días que no la veía, y cuando ella llegó saludó a todos por igual y se sentó en la silla reservada para Frida al lado de Jostin, entonces Roy le dijo:
—Jovencita te toca al lado de Liam.
—Ya tía, quiero estar con tío Jostin.
Jostin le hizo señas a Roy y le habló en voz baja:
—Deja así.
Durante el almuerzo a Liam le parecían aburridas las costumbres de la familia, y comió más rápido que todos ellos y ninguno pudo detenerlo, él se levantó de la mesa y para irse a su habitación y Roy le dijo: