— No, no, Esther no estoy
— Que importa que sea, mientras no sea igual de tonto que el padre
— Mamá – le regaño Elena a la vez que daba otro intento fallido por explicarlo y Ethan con su situación no ayudaba nada.
— Ethan – mi voz salió ahogada al ver a Ethan caer al suelo, recién entonces me percaté de que su cuello estaba extrañamente hinchado no tarde mucho en llegar a su lado y poner su cuerpo de costado – posición lateral de seguridad – no era experta en medicina, pero apostaría a que Ethan estaba teniendo un ataque de alergia – Elena ¿Que tenían esas galletas?
— Santo cielo, hijo – fue la gran respuesta de Elena.
— ¡Bruno! – Grito Esther en medio de la emergencia y como si tuviera un tele-transportador pegado apareció oportunamente en el jardín, rezonga