Ava McDonald.
- “Elijah… ¿cómo estás?... ¿cómo está la herida? … ¡Déjame ver!”- me dije recorriendo su cuerpo con mis manos, mientras él gruñía de dolor al notar que le tocaba la zona herida, que aún no se había recuperado del todo.
- “¡Aahh!... ¿Podrías quedarte quietita sobre mi regazo? o es m