-quédate quieta Eda- me tocó a mi conducir y esta mujer no para de meterme mano
-¿qué?, solo quiero tocar tu pierna- se mueve por todos lados
Por fin llegamos
La tomo en brazos, y nos dirigimos a la recepción
-una a nombre de Harry- la mujer me mira y me devora con la mirada, en este momento me siento incomodo y Eda que no para de moverse y comienza a reírse. se pone de pie
-deja de mirar a este hombre chiquilla- intenta tomar la tarjeta- no eres mujer para él-
tomo la tarjeta y Eda no colabora así que la subo a mi hombro. las personas nos ven como bichos raros inclusos otros se ríen, esta mujer me está haciendo pasar vergüenza. agradezco al cielo que nadie me conoce
Deposito su cuerpo en la cama y me dirijo al baño, necesito una ducha
Una vez limpio coloco una bata, salgo y me encuentro a Eda sentada en la cama con el cabello revuelto, se ha solt