Ariane
Estoy más que mojada, ha pasado tanto tiempo esperando esto. Y se apresura hacia mí de repente.
—Haaaa... mierda... se siente tan bien... sentirte dentro de mí... ¡Te extrañé tanto!
—Joder... hoooo... mierda...
Durante lo que me parece una eternidad, no se mueve. Como si quisiera grabar este momento en nuestras memorias para siempre, suspende el tiempo, como si deseara que permaneciéramos unidos eternamente.
—También te extrañé, esta dulzura tuya, como la seda, mi reina. Nadie más que yo debería probarla, nadie más debería tener acceso a tu intimidad. Nunca más.
Empieza a moverse dentro de mí, primero lentamente, y luego, como si algo se encendiera en él, cambia el ritmo, acelera.
—¡Mi rey, te amo tanto!
—Y no amarás a nadie más que a mí. Repítelo.
—Yo... no amaré a nadie más que a ti.
—Y nadie te tocará.
—Nadie me volverá a tocar.
—Repítelo...
—Nadie me volverá a tocar...
Como si mis palabras lo alimentaran, se entrega aún más. Estoy en el cielo. Literalmente me transporto, es