Lisa

Cuando me penetra con toda su longitud, suelto un grito de sorpresa. Me invade tanto, me llena como es debido. ¡Oh, es maravilloso, empieza a golpear sin tregua, me besa! Con pasión, nuestras lenguas se encuentran en una salsa endiablada, sin dejar de follar. Me complace como nadie, ¡ni siquiera su hermano!

¿Qué hace en un momento así, en mi cabeza? Lo entierro en lo más profundo de mi cerebro y miro con amor a mi cariño que me hace el amor apasionadamente. ¡Estoy loca por él!

- ¡Te amo tanto! ¡No te lo puedes imaginar!

- ¡Yo también estoy enamorado de ti! Te amo.

Harry

Oh, querida mía, yo también te amo, ¡te amo tanto!

Agarro firmemente sus muslos para hundirme profundamente en ella, aún más. No me basta con encontrarme en sus profundidades, quiero más, quiero devorarla entera. Soy insaciable. ¡Tengo una necesidad voraz de hacerla mía para siempre! Sus músculos se contraen, diciéndome que no está lejos del orgasmo. Joder, yo no tengo intención de retirarme ahora, ¡quiero más! Es