Anastasia.
Me atrevo a tocarle el trasero a Sebastián, se torno totalmente rojo lastima que Julio me aruina el momento.
-No coman pan enfrente de los pobres.
Lo miro y le sonrió.
-Que envidia.
Sebastián me rodea con sus brazos y me apega a el y puedo sentir su erección, lo miro y me sonrei sinicamente.
-Que, soy hombre, no lo puedo evitar.
-Lastima que hay más gente y bueno Julio.
-Oye no estoy sordo.
-Siges aquí cabrón, después de que me mañoseas el mandado.
-Solo debía de serciorarme de que era de calidad, solo quiero lo mejor para ti Ana.
-Si claro.
-A comer.
Mi madre nos grita y nadamos todos a la orilla, cada quien yo lo que va a comer, en la mesa me siento a un lado de Sebastián, miro al señor Iván que esta sentado enfrente de mí, parece zonvi.
-Resaca señor.
El solo asiente y levanta su pulgar, me golpear la espalda y volteo es Julio.
-Dame campo.
Me levanto y nuevo un poco m